Construir un bebedero a ras de suelo


¿DONDE DEBO INSTALAR MI BEBEDERO?

Esta es una pregunta con mil respuestas posibles porque hay muchas situaciones diferentes que pueden condicionar la respuesta. Como premisa principal, te recomendaría que el sitio elegido sea un lugar apartado lo mas posible del transito de personas y de ganado pero a la vez de fácil acceso porque para el mantenimiento del bebedero necesitarás aportar mucha agua durante los meses de verano y salvo que tengas agua corriente cerca, el aporte tendrás que hacerlo valiéndote de pesadas garrafas de agua.

En caso de que el terreno donde vayas a instalar tu bebedero no sea de tu propiedad, es muy recomendable contactar con el dueño para solicitar su consentimiento.

Otro tema que me ha preguntado mucha gente es si un bebedero funciona mejor en una zona muy abierta o por el contrario es mejor situarlo entre la vegetación o la sombra de esta.

Cuanto mas abierto y despejado de vegetación, mayor visibilidad y mas confianza tendrán los animales porque sienten la seguridad de poder ver venir a sus depredadores de lejos cosa la cual no pasa si lo ubicamos en un lugar de densa vegetación. Yo suelo ubicarlos a la sombra de los arboles tratando de proteger el agua de los rayos del sol porque estos la  pudren y evaporan rápidamente. El bebedero se secará en un par de días y el mantenimiento será tedioso y gastarás muchísima agua.

Otra cuestión importante es tener en cuenta  que el biotopo elegido determinará las especies que podamos fotografiar.

Para concluir con este tema y resumiendo; Piensa bien lo que vas a hacer porque mantener un bebedero es un trabajo pesado y requiere ser muy constante con el aporte de agua. Es fundamental que el agua esté limpia (sobre todo para las rapaces) y ser persistente en el empeño porque con el paso de los años, por lo general, se van incorporando nuevas especies aunque en los primeros meses te pueda parecer que te has equivocado al elegir el enclave y que hay poca fauna. 


¿COMO HAGO MIS BEBEDEROS A RAS DE SUELO? 

El método que te explico mediante fotos es perfectamente aplicable a un bebedero montado sobre una estructura para ganar altura y poder fotografiar cómodamente sentado en una silla desde el interior de un hide. Yo suelo hacerlos en el suelo porque priorizo fotografiar rapaces y me suele ir bien con los hides bajos (tumbihides) a ras de suelo cuyo forma y tamaño son muy discretos aunque fatales para la cervicales.

Los materiales que empleo son los que puedes ver en la foto. Las maderas empleadas son de palets industriales, la fibra blanca no es cara y la uso como base para proteger de elementos punzantes a la loneta. Lo mas caro es la loneta para estanques y te recomiendo que no escatimes en presupuesto porque si es de mala calidad, terminarás gastando el doble de dinero... 

Si la madera de las vigas no es muy dura, el taladro es prescindible pero si lo es, atornillar los tornillos de sujeción en las vigas será algo lento, pesado y hasta puede que acabes desistiendo en el empeño.



Recemos para que al cavar no nos topemos con grandes piedras o rocas porque esto requerirá de demasiado esfuerzo incluso maquinaria especial para poder hacer el vaciado y nivelado necesarios para nuestro bebedero y sin duda, será  mejor buscar un nuevo emplazamiento. Es fundamental ir controlando con el nivel como nos va quedando el vaciado de tierra hasta que conseguimos  la profundidad y forma deseada.

Presentamos los listones y eliminamos la tierra que sobra.
 



Aunque no son imprescindibles, unas escuadras dan mayor consistencia a la estructura.

Insisto, nivelar bien la estructura es MUY importante. Tomate el tiempo necesario para ello.

Poner un protector de base es recomendable para evitar futuros pinchazos de la loneta.
Cualquier lamina de fibra o tela vieja de cierto grosor y consistencia te puede servir perfectamente.


Presentamos y adaptamos la loneta al volumen y forma de la estructura construida. 
Este hide tiene unas dimensiones de 1.20x80 cms  y 120mm en la zona mas profunda.


Detalle de los tornillos y arandelas para sujetar la loneta al bastidor de madera.



Este bebedero requiere de 4 garrafas de 20litros para su llenado completo. Sin las rocas y grava introducidos, el volumen sería mayor y requeriría mas litros de los indicados.



Este es el aspecto que tiene el bebedero naturalizado con elementos naturales de la zona aunque posteriormente se le van haciendo arreglos para corregir fallos o modificar la ambientación  para conseguir diferentes resultados según va cambiando nuestro gusto y preferencia fotográficas.

Te recuerdo que los animales beben durante todo el año y que para las aves que migran para criar en España les supondrá una grata sorpresa encontrar tu bebedero. Te digo esto porque construir un bebedero es algo que puedes plantearte hacer en cualquier época del año y es conveniente que  lo tengas listo y funcionando antes de que empiece el verano.

Espero que esta información te ayude, inspire y anime a construirte tu propio bebedero. 

Mucha suerte y que lo disfrutes por muchos años!! 

Cuando la suerte te sonríe

 




Con esto de los confinamientos por el Covid19 me he visto obligado a abandonar durante meses mis zonas de trabajo habituales que están fuera de la Comunidad de Madrid que es donde yo resido.        Los meses iban pasando y mi necesidad de salir al campo era cada vez mayor pero un nuevo obstáculo me impedía poder salir y no era otro que el ejercicio de la caza que no es compatible con eso de estar inmóvil y escondido entre la vegetación durante horas por riesgo a llevarte un buen susto o incluso un serio disgusto .                                                                                                                                           En Febrero, una vez concluida la temporada cinegética, decidí empezar a moverme por los alrededores para hacer algún trabajo ya con total seguridad. 

Los primeros pasos fueron ir a observar sitios que cumplieran los requisitos de (tranquilo-bien orientado-buen fondo y con sitio para poder camuflar el hide). Esto último es muy importante porque por aquí la vegetación es muy escasa y resulta muy complicado camuflarse bien.

El siguiente paso fue localizar al guarda del coto para hablar con el de mis intenciones, del sitio donde me pondría y  de este modo, poder trabajar con total tranquilidad. ¡Magnífico, todo le pareció bien y no hubo pega alguna!

Tres días previos de cebado discreto (con muy poca carne) sin utilizar cámaras de fototrampeo y a probar la primera sesión. Primera sesión en la que me entraron muchas urracas y milanos reales que no se posaban ni en el suelo ni en los posaderos. Menudo chasco!!

En la segunda sesión, mas de lo mismo pero a última hora me entra un pajizo de imperial que me salva la aburrida jornada que soporté como un campeón  (8 horas de tumbihide).


El lugar es un santuario para las garrapatas y en cuanto las temperaturas rondan los 15º el peligro de llevarme una garrapata enganchada es muy elevado aunque utilizo repelente para ácaros.                Como prueba de ello, os muestro una foto que me hice con el teléfono de una garrapata que se me había enganchado fuertemente y que no pude desprender con el método del algodón empapado en alcohol.  Un cigarro encendido y acercado lentamente, la terminó matando y tirando progresivamente con unas pinzas de la cabeza del artrópodo a ras de la piel , conseguí desprenderla. Posteriormente, examiné al animalito con una lupa para verificar que  conservaba sus pedipalpos y el hipostoma (siempre queda el riesgo de dejar algún quelícero del hipostoma y que se infecte). La garrapata no podía llevar mucho tiempo picándome pero siempre se corre el riesgo de ser contagiado de la enfermedad de Lyme, ehrlichiosi, tularemia o fiebre hemorrágica de Crimea-Congo..... 


Bueno, vuelvo al tema que me enrollo...                                                                                                      Hubo un par de sesiones mas con resultados realmente desalentadores si no fuera por una perdiz roja que me salvó una de las sesiones cuando ya jugaba en los últimos minutos de la prórroga.


Empezando el mes de marzo, vuelvo a la carga otro fin de semana mas y para mi sorpresa, los milanos bajan a comer entre las confiadas urracas. Estaba nublado, corría una brisa deliciosa y el olor a tierra mojada me daba muy buenas vibraciones.

A eso de las 9.30 se me espantan todas la urracas y se marchan los dos milanos reales que estaban comiendo como signo claro de que algo peligroso se acercaba.                                                              Por la estrecha ventanilla del tumbihide, veo una gran rapaz que entra y se posa en uno de los posaderos.                                                                                                                                                ¡¡Oh Dios, que ven mis ojos, una hembra adulta de águila azor perdicera en la estepa madrileña !!

Muevo el equipo con sumo cuidado para no generar recelo en la rapaz pues la tenía a unos 14 mtrs y cuando puedo encuadrarla, comienzo a disparar empleando el delicioso modo silencioso de la EOSR y al ver las fotos, compruebo que el animal es portador de una anilla.


En la comunidad de Madrid debe haber tres o cuatro parejas reproductoras de esta especie y un magnífico plan de refuerzo Aquila A-Life por parte de GREFA está ayudando mucho a que se mantengan y se vayan creando nuevas parejas  pero encontrar por esta zona de estepa cerealista un ejemplar adulto es una lotería y una observación sorpresiva que me dejó atónito.



Proceso las fotos en casa y me concentro en ver aquellas imágenes en las que la anilla se deja ver y era legible. Ya me imaginaba yo que de algún modo, esta perdicera  formaba parte de este ambicioso y necesario proyecto encabezado por el centro de recuperación de fauna GREFA.                                Envío los datos al responsable del proyecto (su alegría fue inmensa) y en efecto, este ejemplar se estaba empleando en el plan de cría en cautividad de la especie.                                                                       Me explicaron que en el mes de Enero, los devastadores efectos de la borrasca invernal Filomena, causaron serios desperfectos en las instalaciones de cría del centro y la pareja de perdiceras que tenían para criar, se salieron del cerrado.                                                                                                              El macho fue localizado y capturado pasados unos cuantos días mostrando signos claros de falta de alimentación por no ser capaz de adaptarse al medio pero a la hembra que nos ocupa, la perdieron el rastro al no portar transmisor.                                                                                                                Puedo imaginarme la gran angustia de los cuidadores y responsables del proyecto y la gran alegría que debió suponer la información que les aporté.





Este buitre negro le disputó la comida a la perdicera que si bien protegió su presa con gran valentía, no tuvo mas remedio que desistir en su empeño y cederle el puesto al enorme buitre negro que fue decidido a pelear con la ella, si o si y de ahí que la bonelli adoptase esa pose agresiva con el plumaje erizado/ahuecado que fue el culmen de tan impresionante lance.

Pese a repetir varias sesiones en el mismo lugar, lógicamente no he vuelto a ver a esta preciosidad de aquila fasciata que está de exploradora en busca de un territorio y un novio que la acompañe.            Las siguiente sesiones han sido aburridas hasta mas no poder pero el subidón y las fotos que me llevé, me han puesto las pilas para aguantar lo que me echen porque está claro que a veces la buena suerte está ahí para sonreírte cuando a ella le parece y premiarte  por la inmensa paciencia y esfuerzo que se requiere para esto de fotografiar fauna salvaje en nuestro país.



Equipo de fotos al agua....

¿Cuantos vídeos e imágenes de cámaras sumergidas, congeladas o empapadas de agua podemos ver en internet? ¿Cuantas veces leemos que tal o cual lente o cuerpo de cámara que se lanza al mercado tiene las juntas selladas para hacerle resistente al paso del agua? Pues desgraciadamente hace un par de semanas le hice un test de resistencia a la 7DMKII y al recién adquirido Tokina 12-28mm f4 los cuales se "tiraron de cabeza" a un precioso arroyo de aguas cristalinas en un lugar apartado en las estribaciones de Picos de Europa. Fueron unos pocos segundos los que el equipo buceo pero los suficientes para percibir que había entrado agua en el equipo. La 7D MkII empezó a mostrar comportamientos anómalos mostrando parámetros diferentes a los seleccionados en mi configuración personal, dejó de funcionar la limpieza de sensor y lo más preocupante; ponía el interruptor en OFF y la 7D seguía a su rollo.... Veo que al disparar ( si porque la 7D seguía disparando amigos) la cámara me daba el clásico error de comunicación con la lente y el diafragma mostrado en la pantalla era "00". Aquello ya me alarmó de manera extrema (ver la cara de acojone que tengo en la foto) y decidí salir de aquel barranco entumecido por la lluvia, la niebla y el desazón con rumbo a la casa rural donce estaba alojado y rezando mientras porque hubiera un secador. Siempre leerás en internet que lo mejor para secar cualquier dispositivo electrónico es el arroz o las bolitas de silice. Pues bien, cuando no tienes arroz a mano, cuando estás en un lugar muy húmedo donde lleva lloviendo un día entero sin parar y estás de viaje y con ganas de reanimar tú equipo y ponerlo activo cuanto antes, no te queda otra que forzar el secado con un secador. A mitad de su potencia y manteniendo una distancia prudencial, fui administrando aire seco y templado a cuerpo y objetivo en interválos de unos 5 minutos. En menos de una hora, el conjunto cuerpo-lente empezó a responder satisfactoriamente aunque aún veía pequeñas gotas de agua en la pantallita superior de la 7D y decidí dejarlo todo desmontado sin ninguna tapa puesta pues aunque esto no era bueno para el tema polvo, si lo era para evitar condensaciones indeseadas. Encendí la chimenea, coloqué a "los enfermos" en una silla a 1.5 metros de esta y me fuí con la vieja 7D y el 70-200 a seguir inspeccionando el magnífico entorno y disfrutar de mi viaje. Pasadas 4 o 5 horas, volví a casa y todo parecía haber quedado resuelto al no percibir ya nada de agua, rastros de condensación ni comportamientos anómalos del equipo. Hasta la fecha, este equipo me funciona perfectamente y diría que todo ha quedado en un susto y es por ello que hago esta entrada por si te ves en la misma tesitura y buscas información sobre como reanimar un equipo buceador, jeje.

Aquí os muestro un par fotos del arroyito donde un error mio al fijar la cámara a la rótula pudo terminar en tragedia fotográfica. 


Aprovechando esta entrada, comentar que el Tokina ATX 12-28mm f4 da un contraste, saturación de colores y definición muy agradables y sin ser un objetivo pata negra, creo que para tratarse de una lente modesta para sensor APSc y costar 400 euros, es más que notable su compromiso de calidad y prestaciones, siendo por ello una lente muy a tener en cuenta.
  Para mi es muy importante que siga manteniendo el diámetro de la lente a 77mm para poder seguir aprovechando mi filtro polarizador, el filtro variable de densidad neutra y el portafiltros de rosca para el juego de filtros de densidad neutra ND4, ND8 y ND16 
(OJO AL DATO, Muchos zoom gama pro gran angular, tienen su lente externa sobresaliendo de tal manera que no pueden ser roscados filtros de ningún tipo.)
Mi viejo y querido Tokina 12.24mm (12 años de servicio) aún funciona pero empezó a dar problemas con el diafragma, y como ya ha pasado por quirófano un vez y los costos de reparación suponen casi el 50 % del valor de uno nuevo, pues no dude en adquirir esta versión que alarga el zoom en +4mm y  da evidencias de mejoras en calidad de imagen y en el motor de enfoque (más suave y silencioso)
Espero y deseo que me de tantos años de servicio como el anterior aunque el comienzo no ha podido ser peor o quizás haya sido una prueba de fuego para poder enjuiciarlo mejor y respetarlo más conforme vaya acompañándome en mis pequeñas aventuras durante los próximos años.

Fototrampeo águilas reales





Hace unos meses, adquirí una cámara de fototrampeo de bajo coste con el fin de probar como iba esto del fototrampeo y mi sorpresa fue enorme. A parte de ser una cámara bastante fiable, el indice de éxitos obtenido hasta ahora, ha sido muy alto y eso motiva a usarla cada vez mas.

Después de esto, decidí adquirir otra cámara que aunque viene con nombre de fabricante diferente (Fivanus), en realidad es el mismo modelo. Son baratas y dan una calidad de imagen justa, detectan y graban sin problemas todo aquello que pase a unos pocos metros, su autonomía dudo mucho que dure los meses que dice el fabricante pero es más que suficiente para dejar la cámara varias semanas.

 Sus menús en castellano te hacen más fácil su programación y manejo, siendo su menú generoso al ofrecer estas cámaras una gran variedad de opciones de configuración y prestaciones.

Aunque las he tuneado para que queden camufladas de tal modo que no sean visibles al "ojo humano", no descarto la posibilidad de que alguna alimaña de "dos patas" me las robe o me las destroce y es por ello que me decantase por estos modelos de bajo coste (menos de 100€) y no por otros modelos más profesionales con un precio que supone el triple de inversión y pérdida en caso de robo o accidente.

En los vídeos de esta pareja de águilas reales grabados a finales de otoño, las fechas y las horas de grabación son erróneas y ello se debe a un desajuste de estos al realizar un cambio parcial de pilas (cambié 4 de las 8 pilas que puede albergar). Afortunadamente es fácil hacer una conversión de datos al confrontar la fecha y hora ofrecidos en la trail camera a tiempo real frente a las ofrecida por una fuente fiable como bien puede ser nuestro teléfono móvil.

Esto ya no me ha vuelto a pasar desde que cambio las pilas sustituyéndolas una a una de manera rápida y no como al principio que las quitaba todas de golpe. Aún así, verifico la fecha, hora y modo de captura cada vez que las dejo puestas en el campo.

Los datos e imágenes obtenidos por estas cámaras son realmente útiles, ayudan a obtener información de forma cómoda y bien camufladas, pasan desapercibidas totalmente evitando con ello molestias a la fauna de la zona de trabajo.

La verdad es que esto de las trail cameras me ha sorprendido gratamente por resultados y posiblidades de utilización, formando ya parte del equipo que me llevo al campo en cada una de mis salidas.


Camuflando los flashes

Cada vez llevo peor lo de fotografiar con sol y a falta de días nublados o de esos escasos minutos mágicos del amanecer y el atardecer, nada mejor que utilizar unos flashes como luz de relleno. Pero como los flashes y los mini tripodes son bastante llamativos y hay que colocarlos a muy pocos metros del modelo, camuflarlos convenientemente es fundamental para que los animales no recelen a parte de ofrecer una protección contra los rayos solares y evitar un sobrecalentamiento de nuestros queridos flashes. La instalación adecuada de los flashes y su correcto camuflaje nos robará bastantes minutos porque no solo hay que camuflarlos con mimo es que además hay que hacerlo de tal manera que permitamos que los receptores de los flashes no pierdan la señal que les llegará desde el interior del hide. Como digo, roba unos preciosos minutos pero viendo como rellenan las sombras de nuestras fotografías, creo que merece la pena el esfuerzo. Aquí tenéis un vídeo rápido de como lo hago yo y espero que os sea de utilidad.

Verano de pocas rapaces

El verano es una de las épocas del año que menos me gustan pese a que en Agosto tomo unas largas vacaciones que supuestamente deberían cargarme las baterías.
Pero mientras las personas normales viajan a lejanos paraísos en busca de nuevas emociones o a playas paradisiacas en busca del reposo absoluto, yo me quedo por la zona centro de la península campeando, buscando nuevas localizaciones y preparando hides e inventos que me tienen casi todo el día bien ocupado y que en ocasiones me llegan a estenuar. Pero un buen baño en la piscina, una cerveza y una siesta, me reponen cuerpo y alma  y a las pocas horas ya quiero campear y trastear...
Pero lo cierto es que el verano invita poco a meterse en el hide y aunque se pueden fotografiar rapaces, estas se muestran menos activas, hambrientas y agresivas lo cual unido a las pocas horas de luz aprovechable, hace que el verano sea a mi modo de ver poco atractivo y productivo para rapacear.
Pero pese a que mi actividad baja ostensiblemente durante el estío, no puedo resistirme a preparar algún aguardo y hacer alguna sesión.
En esta ocasión quiero mostraros las imágenes obtenidas en un par de sesiones que hice en mitad de la estepa abulense y comentaros que tuve dos sesiones fallidas por la visita de unos resineros un día y otro día por la presencia de un par de paseantes que me obligaron a salir del hide al ver que no paraban de deambular por la zona desde primera hora de la mañana y es que en verano hay gente por todas partes....
Pero un buen par de sesiones a esta preciosa joven hembra de azor, justificaron los madrugones de infarto y los problemas antes mencionados por la inevitable e imprevisible presencia humana.


Un selfie junto a uno de los posaderos que coloqué en el duro y seco suelo del páramo.


         
               Ligeros toques de luz de flash vienen bien para bajarle los humos al duro sol del verano.



Una pose brutal cubriendo su presa de milanos y ratoneros.



El azor venía sin haber a penas luz y aprovechaba la tranquilidad de esas horas para permitirse el lujo o la desfachatez de echarse un sueñecito que me venía muy bien para ganar tiempo y poder fotografiarlo con los primeros rayos de sol.





















Cuestión de tiempo.

Cada vez es más dificil observar halcones peregrinos en estado salvaje y más aún encontrar parejas criando y que estas culminen su empresa con éxito.
Cada año tengo la costumbre de recorrer dos o tres enclaves donde añtaño vi criar a esta impresionante especie con la esperanza de que alguna nueva pareja colonice el territorio desocupado y si bien ésto no sucede, lo cierto es que en éstas zonas es relativamente frecuente observar cierto movimiento de halcones porque claramente son zonas propicias y querenciosas para esta especie.
Pero los halcones no terminan de asentarse y los avistamíentos que hago son de aves en paso. Esto conlleva que de los numerosos intentos que he hecho, tan solo en dos ocasiones haya podido fotografiarlos y ya sabéis lo duro que es trabajar en los ríscos y esperar horas y horas sin obtener resultado alguno.
Esta hembra joven que os muestro me dio una alegría y pude disfrutar de ella durante horas porque mostró gran atracción por las ramas altas de un roble medio muerto que hay junto al hide.
Esas ramas secas son el lugar idóneo para descansar plácidamente y otear el terreno.
Los halcones son aves bastante agresivas y no toleran la presencia de competidores así que esta hembra me deleitó con numeroso ataques hacia cuervos, alimoches e incluso contra un zorro al que propinó un ataque verbal de escándalo.
Su veloz vuelo, su capacidad de jugar con el viento mientras daba pasadas por encima del hide y sus constante piar de alerta me hicieron disfrutar como hacía tiempo y por fin cumplí en buena medida con mis expectativas.
Habrá que hacer más sesiones y esperar a que un día se digne a posar para mí uno de esos ejemplares lustrosos de esta preciosa especie que es el Falco peregrinus brookei.

Pese a la falta de cobertura vegetal, unas cuantas ramas de roble fueron suficientes
 para conseguir mimetizar el hide.

 Poca luz hay a las 8:00 de la mañana de un día nublado.    
 1000 ISO  f/8 y 1/200seg
Ante la presencia del cuervo, el halcón pía con gran excitación.




 La incidencia de la luz y la pose del ave pueden hacer cambiar la percepción de los tonos del plumaje juvenil y equivocar al observador.
 En esta imagen los tonos del halcón son más cenizos y de lejos daría la sensación de ser un individuo adulto.

Esa mirada penetrante, la esbelta pose y esa cálida luz de amanecer hacen que esta sea para mí posiblemente una de las mejores fotos de la sesión.

El azorete de los riscos

Quizás por mi forma de trabajar las rapaces, quizás por el tipo de localizaciones que elijo para realizar mis sesiones fotográficas o vaya  usted a saber que factor, los azores son una de esas especies que pocas veces he podido fotografiar a conciencia y generalmente cuando lo he hecho, ha sido siempre por azar y no como fruto a un trabajo previo y premeditado.
Este invierno, mientras trabajaba con las águilas reales, me sorprendió éste macho adulto de azor aquerenciándose al lugar durante tres sesiones seguidas. Tres sesiones y listo, ya no lo he vuelto a ver más hasta la fecha.
Sabía que era algo puntual, quizás un pájaro de paso o un ave alejada de su territorio habitual forzada por la hambruna invernal.
Adentrarse en el territorio de las reales no es una buena idea y éste azor bien lo sabía porque en cuanto veía llegar a una de las águilas, salía huyendo a toda velocidad para no volver en lo que restaba de jornada.
Me entraba entre 7.50-8.00am sin a penas luz y con algo de niebla lo cual hacía imposible poder sacar alguna foto decente (deseperante!!!)
Afortunadamente, una mañana el macho de real fue más madrugador y al azor no le quedó otra que venir más tarde para poder comer aprovechando uno de esos momentos en los que la zona estaba libre de peligros (sin águilas ni incómodos córvidos).
Vino con una luz fantástica y me hizo especial ilusión que utilizara un posadero que la tarde anterior coloqué con esmero y esperanza como podéis ver en la imagen.
Hasta la próxima pirata!!